En el estuche se encontraba una multitud de rotuladores, boligrafos , gomas y otros objetos diversos. Perdido entre todos ellos se hallaba un viejo, pequeño y gastado làpiz. Rebuscando entre mi estuche me encontré mi viejo làpiz, y pense :
-¿Lo tiro o me lo quedo?
He estado muchos años junto ha el lápiz, me ha acompañado a todos los sitios que iba...
Y me lo quedé porque casualmente se me habia gastado el otro lápiz que tenia y todavia sigue pintando. Y encima, si le doi unos retoques, parecerá que me lo acabo de comprar.
Hasi lo hice y el lápiz quedó como nuevo, casi ni se reconocia que era mi viejo lápiz. Y con los retoques que le di, el lápiz se hizo majico, nunca se gastaba, solo se hacia mas grande.
Esta es la historia de mi viejo y haora nuevo lápiz.
2010/10/05
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